Ciertos halagos (Décima)

Me llegan ciertos halagos
unos de mis conocidos
falsos y ya embrutecidos
con la ignorancia me pagan.
La incomprensión se la tragan
y mentiras que declaman

aquellos que tanto aclaman
la duda les hace triza
cuando así se exterioriza
el alma duerme encantada.

Horas en soledad

Cansado estaba mirando

por la ventana, él ausente,

se le escapaba el presente

por la puerta caminando.

Rendido marcha encogido,

pues ya no le queda nada,

en esa casa apenada,

se quedó el pobre afligido.

Los años van caminando,

ella sabe que no volverá,

la senda un día devolverá

aquellos hijos alucinando.

Triste el caminante herido,

la ruta dejó en el olvido,

y un ruido como un silbido,

de un amor correspondido.

Despierta su alma dormida,

renace allí un corazón,

devastando su caparazón,

salió ella muy presumida.

Prisionero de su cautiva,

extraño que oye su llanto,

envidia que ya no es tanto,

consecuencia consecutiva.

Tragando los sinsabores

exhibiendo su temor,

de sentir un resquemor,

sintieron unos tambores.

Comienza la desventura,

de un camino ya trazado,

con el brazo encabestrado,

sigue con esa aventura.

Cómo ha pasado el tiempo

Cómo ha pasado el tiempo,

éramos también chiquillos

que con sus largos flequillos,

compartiendo pasatiempo.

Fuimos solo adolescentes,

y como niños jugábamos,

en el circo actuábamos,

con marionetas prudentes.

Esta infancia que ilustrada,

vivimos al límite los sueños,

dejamos de ser pequeños,

de una forma idolatrada.

En el circo de la vida jugaban,

sin temor ni preocupaciones,

descubriendo sensaciones,

muchos sueños abrigaban.

Jugaban que éramos mayores,

deseaban vivir ciertas vidas,

tomando decisiones servidas,

pensaban que eran actores.

El tiempo así no perdona,

y sin darnos cuenta siquiera,

pasando a ti y a cualquiera

sin preguntar te abandona.

Devoramos nuestras vidas

compartiendo chucherías,

con tantísimas bacterias,

y tantas historias vividas.

Locuras surgen a contraluz,

secretos callados en fa menor,

entre bambalinas como un tenor,

apareció mi particular andaluz.

Si yo te contara

Si yo te explicara amigo,

oyeras bien mis palabras,

esa amistad que ayer labras,

migaja a migaja desmigo.

Si yo te hablara de ternura,

de esta verdad conciliada,

con esa sin razón ampliada,

huyendo por una ranura.

Si yo te dijera un momento,

el tiempo que yo te pienso,

esos días que aún  dispenso,

conviértase en mi lamento.

Si yo te opinara y no puedo,

todo fue un mal entendido,

esa amistad se ha prendido,

con el recuerdo me quedo.

Si yo te recuerdo ese tiempo,

y cuánto te echo de menos,

compartimos muy amenos,

todo fue un contratiempo.

Si yo te tuviera a ti enfrente,

para decir lo que yo siento,

compruebo y yo lo lamento,

 todo pasará así de repente.

Día de San Valentin

Poemas para el día de San Valentin, el mejor regalo para expresar el amor que sientes hacia otra persona.

El amor, es hermoso, es entrega valoramos mucho esos pequeños detalles. Lamentablemente en nuestra sociedad se va perdiendo el gusto de escribir un poema o  expresar de alguna manera espontanea ese sentimiento que tenemos a esa persona que comparte con nosotros su vida y dedicación, se valora más lo material que lo afectivo, y la falta de esos pequeños detalles, hacen que cualquier tipo de relación se vaya enfriando y con el tiempo se rompa. Por eso, si quieres que vuestra relación perdure a lo largo del tiempo es muy importante abonarla con esos pequeños detalles,  ¿cuál es vuestra prioridad?... ¿quién ha dicho que mantener la felicidad en pareja eternamente sea algo sencillo? Nunca se debe olvidar que la base sobre la que surgió esa relación es justamente el amor, un sentimiento que tenemos que regar diariamente y los pequeños detalles es lo que hace que esta relación no se termine marchitando.

No lo olvides, si quieres disfrutar de hermosos Poemas para San Valentin visita nuestro espacio... Únete

Una fatal melodía

 Una mañana temprano,

acudiste a mi encuentro,

te colaste en el centro,

querías estar tú cercano.

Melodía enamorada

y cierta tarde aparente,

un paseo recurrente,

que me puse colorada.

Me confesaste tú a mí,

que por mi tu no vivías,

que ni de noche dormías,

que debía pensar en ti.

Entonces yo fui sincera,

no soy mujer de tu vida,

así que este amor olvida,

pues en mí no nacerá.

Cuando más tú insistías,

más tú a mí me deseabas,

y con nada tú acertabas,

para mi tú no existías.

Siento en ti tu egoísmo,

que así me habla al oído,

pues tu dolor corroído,

lo lanzaste a un abismo.

No sé cómo me las apaño

Esta mañana estuve recolocando los cuadros con mis diplomas universitarios, ¡ya tengo cuatro títulos de tres universidades!, la licenciatura en lengua, el de comercio electrónico, el de historia del arte y el de redacción en internet.

Y me dio que pensar, el cerebro necesita  que se le alimente, cuando estamos tristes vemos las cosas de distinta manera y solo observamos las cosas malas que nos pasan, por muchas cosas buenas que nos sucedan, por eso esta mañana, me he entretenido a colocar mis títulos universitarios y por un momento hecho una pequeña reflexión acerca de todo esto. Desde luego para lograr todos estos objetivos he tenido que prepararme para tal fin, los títulos no los regalan, hay que estudiar, luego llevar mi casa, tres niños y mi padre, la editorial y este nuestro club, sí, ya sé, el club más que una obligación es un pasatiempo, aquí disfruto compartiendo mis escritos y sentimientos, por eso no concibo que alguien se suscriba y luego no participe, pero eso es otra historia, Como veis, me faltan horas para hacer cosas.

Sé de buena tinta que hay personas que piensan que llevar el club y la editorial hacía adelante es fácil y no requiere aprendizaje alguno, bueno es cuestión de profesionalidad. Yo prefiero trabajar con alguien que se ha molestado en formarse, porque sé que está cualificado y no me va a hacer una chapuza ¡imaginad que publico un libro con todas las páginas numeradas!, desde la primera a la última, ¡menuda chapuza!. Además estando formado se ofrecen mejores servicios a nuestros miembros y autores.

Todo esto no es más que un guiño de agradecimiento, por la constancia, el afecto y respeto y la amistad, sí amistad... con todos sus recovecos.

Las flechas de Cupido

Cupido lanzando flechas,

qué majo es nuestro cupido,

va repartiendo el amor,

amor a todas las partes.

Reparte a todos amor,

provisto de arco y de flechas,

es como jugar a la tómbola, 

la cosa no está muy clara.

Apenas sin darnos cuenta,

en alguien pones tu diana,

y con puntería certera,

haces del amor un arte.

Mira que lo pienso a veces,

mira que lo estoy pensando,

cuando pienso con una flecha,

me atraviesas a mí el corazón.

Pues así tal como suena,

no suena nada de bien

a nadie, nadita le gusta,

sentir un bujero en el alma.

Todo esto queda escrito,

con tinta de sangre y amor,

el estar escrito al parecer,

se le da más importancia.

El buenazo de Cupido,

se arma de buena razón,

y abonarse a su bondad,

 poder así enamorarte

Cupido lanza sus flechas,

esas flechas del amor,

a dos corazones abiertos,

con deseos y de ilusión.

Cupido es el más famoso,

de los símbolos del amor,

provisto con arco y flechas,

haciendo así se enamoren.