martes, 17 de agosto de 2010

Libertad

El camino de la vida es muy accidentado y siempre he defendido las distintas posturas y que debemos tomar las cosas como vienen, nunca te preguntaste ¿qué sería de tu vida si las decisiones que tomaste hubieran sido diferentes? si en vez de callar hubiéramos gritado, paradójicamente pasamos más de la mitad del tiempo hablando de banalidades, cosa que no están mal en pequeñas dosis, pero el problema llega cuando por pronunciar dichas palabras nos olvidamos de pronunciar aquellas bellas palabras que debemos exteriorizar, compartir con los demás y con nuestro espíritu.
Dicen que nuestro futuro es incierto, puedo decir con cierta tristeza, que yo no me siento libre, eso sí, diferente, los únicos que no pueden callar son a mis pensamientos, mis pensamientos gritan el lamento, lloran en silencio, se desgarran, por todos los rincones, sin que nadie los pueda escuchar, miedo a la soledad y al sufrimiento, miedo a que nos aparten, pero en el fondo es muy simple, en nuestro interior lo sabemos, ya no me cabe ninguna duda.
Sentimientos que nacen desde el alma cuando queremos sacar a flote nuestros pensamientos, pero realmente decimos lo que pensamos, o decimos lo que quieren que digamos, en caso contrario, es mejor “morderse la lengua” antes que hablar sin pensar y lastimar a alguien.
Nacimos dotados de grandes cualidades, que nos permiten saber reconocer a nuestro sentido común, recuerda que la vida te puede dar una segunda oportunidad pero el tiempo avanza impasible y este no va a darte un minuto ni un segundo de tu tiempo, así que habla ahora, o inevitablemente callarás para siempre.
Como dice un refrán, lo que no te mata te hace más fuerte.
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