Erase que se era, en un lejano bosque muy lejano, un gnomo llamado yanho ¿Habéis oído hablar de los gnomos? Son unos seres muy pequeños con aspecto bonachón pequeños, muy bondadosos y súper divertidos, que cuando no están trabajando, están siempre riendo o cantando. Seguramente no habréis visto a ninguno, pero es porque están escondidos, son muy tímidos y raras veces se dejan ver. Los gnomos rara vez se pelean le gustan pasárselo bien y gastar bromas y Yanho era el más querido, del poblado. Su buen corazón era reconocido por todos. Un día, Yanto paseando por el bosque escuchó hablar de un viejo árbol que vivía a las afueras del poblado, solían decir que era un príncipe encantado, por un mago muy malo los gnomos tienen algo de magos dentro de ellos y ni corto ni perezoso, Yanho fue a visitarlo, y después de muchos días de viaje dio con el árbol, que tenía más de quinientos años y se llamaba dormilón por que se encontraba dormido… Al principio Yanho no sabía cómo hablar a un árbol, pues hacía muchos años que no hablaba con un árbol dormido mas no sabía si le iba gustar despertarse y le dijo: - voy a preparar un sortilegio para que despiertes y para que funcione tendrás que pagar un precio. Tendrás que ir haciendo el bien y poco a poco recobraras tu aspecto, cuando crea que has cumplido te dejare libre. El príncipe volvió a su estado humano pero era muy feo y aceptó el trato y se marchó muy contento, aunque su aspecto no era muy agradable a la vista. Al llegar a su reino, el príncipe Roberto porque era así como se llamaba, vio a su buen amigo Pedro sentado en la puerta de su casa y cerca de un lago una primera bondad que acudió a su mente, sin que lo viera, Roberto se sumergió en el lago y esperó, a Pedro que le gustaba mucho pescar , pero nunca tenia suerte y nunca pescaba nada, no había manera, Roberto buceó y un gran pez le puso en el anzuelo Roberto sonrió al ver la cara de asombro de Pedro al percatarse que había pescado un pez para su cena. Por dos veces se repitió la escena. Pedro preparaba el anzuelo, lo echaba al agua y cuando notaba que un pez había picado tiraba y un pez gigantesco obtenia. - Que buena suerte tengo hoy, pensó. Entonces, en un descuido de Roberto al salir a la superficie del lago, Pedro lo descubrió. Roberto salió corriendo en dirección a su casa y se miró al espejo. Su nariz era ahora más pequeña, al igual que sus orejas. Durante muchos días Roberto siguió haciendo el bien a sus amigos y compañeros del reino. Al final su rostro era perfecto y se podía decir que era el príncipe más guapo del reino Sin embargo, algo más había cambiado. Roberto había ganado todos sus amigos. Ya no se sentía solo y tenía con quien ir a pescar en su cumpleaños hizo, una gran fiesta e invito a todos los gnomos de la comarca …. Roberto fue a ver a yanho para agradecerle tanto bien y con lágrimas en los ojos le explicó lo que le había pasado... con gran sorpresa se econtro con ell mago malvado que le había embrujado le tiró cariñosamente de la oreja y le guiñó un ojo. - Sabía que te pasaría esto, por eso preparé mi sortilegio se que eres bueno y la bondad es lo que ha hecho que el hechizo desaparezca a tiempo, todo volverá a la normalidad, pero espero que hayas aprendido la lección. Así lo hizo Roberto, Siguió haciendo el bien pero no porque alguien se lo hubiera dicho, y su rostro volvió a ser el de antes. Muy hermoso, pero a cambio consiguió ser un poco más hermoso de aspecto y de corazón…..
2 comentarios:
Bonito cuento y muy instructivo, me alegra verte por aqui, ahora me muevo más por este sitio, saludos
Buenas noches, Pilar:
Te admiro como madre, como bloguera, como impulsora de "El Rincón del Caminante" y como partícipe en "!001 Poemas"...Me gusta tu blog, pero creo que seguiremos en contacto a través de las otras webs ¿Vale?.
Aquí tienes una amiga,
Celia
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