La vida sigue
El ser humano es la única criatura de este planeta que sabe que va a morir. Todos los seres son conscientes de la muerte, pero ninguno tiene la certeza de la muerte como nosotros, los seres humanos.
Aun así, la pérdida de un ser querido es un acontecimiento traumático, solo el tiempo mitiga ese dolor que siempre nos acompañará.
Ya ha pasado algo más de una semana del fallecimiento de mi madre y la vida sigue, la tozuda realidad se abre paso. El trabajo sigue estando ahí, mucho trabajo, trabajo que además descuidé últimamente por estos sucesos. Me alegra que en una situación económica tan complicada como la que estamos pasando en Europa pueda tener tanto trabajo. Mis nuevos proyectos empresariales vuelven a iluminarse, no es que se apagaran las negociaciones sino que un velo pesimista cegaba mi existencia, velo que comienza a disiparse iluminando mi futuro. Ya os informaré de mis nuevos proyectos empresariales.
La vida sigue y no se detiene, son tantos sentimientos. Es por eso por lo que me siento una de tantas privilegiadas por moverme en este mundo de letras, de literatura, de magia. Tenemos ese magnífico Don; el poder dar forma y trasformar nuestros sentimientos a un poema, en relato. Hay que saber dejarse llevar por los sentimientos, es como un sueño que buscas y describes, como una esperanza que se difunde con el aliento y recorre y se transforma en el viento. Despacio como un susurro o loco viento huracanado, así llega el sentido que se le da a esta vida loca, hasta que llena el corazón.
Dicen que los sufrimientos te hacen más fuerte, que aprendes y te hace crecer y creciendo y creciendo, como nubes en el cielo, toman forma. Así como nuestros anhelos se entremezclan dando vueltas por el mundo, es increíble la fuerza que tiene en nosotros el amor a estas letras. Un tanto por ciento lo hace el apoyo de tus amistades y esta amistad va creciendo y aumentando, es increíble, así es el mundo y lo que nos acontece a diario, somos lo que sembramos.
Pero la base y lo más importante de todo esto es tener el apoyo moral y físico de mi familia, me acompaña en todo momento, cuando me derrumbo ahí están, siempre tengo ese abrazo y esa frase de aliento.
La situación en mi familia tras la tragedia se ha clarificado y mejorado de una forma increíble, es muy duro convivir con una persona con Alzheimer y ahora que no está, descansaremos de ella aunque la tenga que llorar. No se trata de elegir, las cosas son así.
Sois la gente con la que elegí estar, la gente que me reconforta y da consuelo, la gente con la que comparto penas y alegrías, por eso os estoy muy agradecida.
Quiero agradecer públicamente a todos los que me habéis enviado las condolencias, mandándome correos, sois muchos, los que me habéis acompañando en estos momentos de dolor.
1 comentario:
Reflexionas muy bien, amiga. Ahora, ella vive en tu mente y, me permito aconsejarte, debes recordarla en sus mejores tiempos.
Mis mejores votos.
Abrazos
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