Dolor: ¿dónde surgiste? ¿Quién condena
las dudas sin ser así detenido
del sendero de incierto contenido,
una pena de pesada cadena?
El dudoso daño atrevido ordena,
golpeando con peculiar sonido
la soberbia de un tímido fornido
indeciso camina a su condena.
Descubriendo ese recelo, él espera,
la dicha por el aire transportada,
sentimientos en papel que supera.
Con su imaginación alimentada,
su manera de actuar le desespera
creando una excusa a su coartada.
2 comentarios:
Leerte es deleitarse, poetisa.
Buenas letras!!!
Un abrazote, amigaza
B.B.
Me resulta muy bien logrado el poema, amiga. De mucho gusto.
Abrazos
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