Me detengo
Cuando los rayos dorados se reflejan sobre el mar.
Cuando las olas expresan los pálidos ecos de tu voz.
Cuando veo como tu
pelo, acaricia tu rostro.
Cuando dulcemente por
la mañana, se elevan suaves nubes de polvo sobre las rutas de mi vida.
Veo tus ojos, te escucho.
Veo tus ojos, te escucho.
Te escucho, cuando las mareas del océano retornan se
regocijan en sonoros rugidos.
En el páramo solitario, escucho tu voz.
En la quietud pienso en ti, tu presencia habita cerca.
La noche abre su
puerta.
Ven, te necesito.
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