domingo, 17 de marzo de 2013

Persiguiendo el tiempo perdido

Persiguiendo el tiempo perdido

Persiguiendo el tiempo perdido:

He descubierto entre las rendijas susurros, el capitán de la embarcación se ha venido abajo, te paras en el recodo del camino, eres víctima de su hechizo, piensas en abandonar el barco, estás cansada de la dura batalla, somos náufragos de nosotros mismos, de esos tiempos no encontrados, náufragos de soledades que se han difuminado entre los rencores y el corazón sobrevive en una isla, perdido y rodeado de tantos temores, feroces agitaciones indestructibles que la marea no se lleva, su mar impetuoso y tempestivo, hace que aquel cielo se haga cómplice de aquellos pensamientos revoltoso. Ha trascurrido el tiempo, enviando bellos y delicados tesoros perdidos, historias jamás contadas con pequeños trozos de suspiros.

Persiguiendo el tiempo perdido:

Desaparece, siempre está desapareciendo, los escritores, la buscan con gran impaciencia, en una orilla tranquila, en un amanecer, en las notas de una melodía en el olvido, ella es sabía y aparece con la sonoridad, cuando el olvido se esfuma y los fantasmas de tu voz crearán una ilusión sobre ilusiones, penas, sobre la pared de una habitación perdida, quizás en la memoria ahora irreconciliable con el mundo, allí, entre paréntesis estabas, estabas allí esperando y sin embargo, como la música improvisada del viento, te colabas por los resquicios, para que te echáramos de menos.
 Es amiga de pobres y ricos; poco continente para tanto contenido, poca forma para tanta desmesura, amiga de pordioseros e indigentes, y de innobles dirigentes, camuflados.

Algunos oyeron hablar de ella, las mujeres tomaron el mando de lo que muchos no comprendían, pero persiguiendo el tiempo perdido  la escucharemos, no todos, sin embargo, entendieron otros entendieron la complejidad de su oficio, la línea de lo que desaparecía y envolviera sus vidas, nuestras vidas, paisajes lejanos, vidas que comienzan, telas de araña, desenmarañando gran variedad de sentimientos, desasosiego para darle un destino inseguro. Hoy desciframos los códigos de la memoria, podemos hacer lo imaginable, la clave es el olvido, Persiguiendo el tiempo perdido una madre, cuidará de sus hijos, toda la vida, una madre desautorizada y sin sentimientos, arrojara sus hijos a una muerte segura, y los que sobreviven a este infierno, se recrean en deleitarse con la pasión.

Pasión y palabra, el corazón lavó, todo lo que sentía y por un momento, la esperanza de una vida mejor, llegará a nuestro mundo, envuelto en tanta falsedad e hipocresía, el mundo seguirá donde está, dando vueltas continuas, volteando aleatoriamente como para desdecirse quien dijo: Ni una ni otra se relacionan por más que la literatura mítica del lenguaje diga lo contrario.
Persiguiendo el tiempo perdido ¿Somos lo que nos creemos?, quien te ha dado el derecho de juzgar de falsear, ser el hueso una y dos veces y a favor de la abolición de la identidad, el corazón lavado, sigue su camino, pero no era el mismo hueso y la carne se deshizo, se pudrió el tiempo, él se encarga de todo, la carroña se encarga de comerse lo que ya no sirve.

 Poeta, amiga, amante, madre y esposa, soy la suma de una misma mujer pero mis sentimientos, viven dentro de mí, nunca la voz pudo dar cuenta de lo que vale, de lo que dije, de lo que sentí

Persiguiendo el tiempo perdido, lo perseguimos continuamente, vivamos el presente, Persiguiendo el tiempo perdido, no podemos perseguir algo que está detrás, si disfrutas con la lecturas y te gusta compartir poemas este es tu te invitamos a que formes parte de nuestro Club literario.
Desde Pensamientos te invitamos a visitar El club del libro para poder crear e imaginar todo aquello que somos y queremos ser.
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1 comentario:

José Valle Valdés dijo...

Me resulta de muy buen discursar y reflexiones, amiga.

Beso